La Compañía de Teléfonos Cubana (Cutelco) se organizó de conformidad con las leyes del estado de Delaware en 1908. A Cutelco se le otorgó una concesión para establecer un sistema telefónico en Cuba, la cual se incorporó posteriormente a un contrato entre Cutelco y el gobierno cubano para brindar servicios telefónicos en toda la República de Cuba en 1909.
Después de 1920, Cutelco pasó a ser una subsidiaria de la International Telephone Company (ITT). A mediados de los años veinte Cutelco controlaba el Havana Subway Company y la Radio Corporation of Cuba. Esta última empresa había obtenido una concesión del gobierno para la operación de servicios inalámbricos en Cuba. En 1927, Cutelco inauguró su sede en la calle Águila, esquina Dragones, que con 62 metros de altura fue el edificio más alto de la época en el país.
El 14 de marzo de 1957 se firmó un nuevo acuerdo de concesión que requería una gran expansión de las instalaciones telefónicas y una inversión mayor de casi $ 66 millones. Los precios se incrementaron en un 20 %. En su libro Cuba, Castro and the United States el embajador de Estados Unidos en Cuba en esa época, Philip W. Bonsai, cuenta que en marzo de 1959 “las autoridades intervinieron la Compañía Cubana de Teléfonos […], disminuyeron los precios al mismo nivel que estaban antes de 1957, y anunciaron una investigación en los asuntos internos de la empresa”. Este incremento de los precios de 1957 había recibido muchas críticas de la opinión pública; no obstante, el embajador estadounidense de ese periodo “había acompañado a funcionarios de la empresa al Palacio Presidencial en marzo de 1957 para regalar a Batista un teléfono de oro macizo en reconocimiento por las medidas tomadas”, cuenta Bonsai.
Para el 1ro. de marzo de 1959, Cutelco tenía 171 434 teléfonos instalados y operaba con 4 929 empleados y $ 17 298 000 invertidos en obras de construcción. Los servicios telefónicos se realizaban desde 162 oficinas centrales interconectadas por un sistema de distribución que tenía aproximadamente 326 463 millas de cable subterráneo, 159 109 millas de cable aéreo, 31 900 millas de cable abierto y 3 795 millas de líneas de postes.
En 1997 la empresa italiana STET International era uno de los mayores inversores extranjeros en el sistema telefónico cubano. Ese año, el Departamento de Estado había amenazado con implementar medidas como la denegación de visas a ejecutivos de compañías extranjeras que invertían dinero en propiedades expropiadas en Cuba, como parte del título IV de la ley Helms-Burton. El 23 de julio de 1997 el Departamento de Estado informó que “ITT y STET International, la compañía de telecomunicaciones italiana, como decisión comercial, han alcanzado un acuerdo por diez años con respecto al uso de STET International de la propiedad confiscada de ITT en Cuba (específicamente, el Sistema Telefónico Cubano)”. A cambio de un pago único, cuya cifra no se reveló, “la empresa italiana podría tomar cualquier decisión con respecto al sistema telefónico cubano durante 10 años”.
En 2011 ETECSA, la Empresa Cubana de Telecomunicaciones, adquirió el control total de la corporación creada en 1993.